La gestión responsable y la labor de diálogo continuo constituyen la base de nuestra estrategia de sostenibilidad. Para nosotros, la temporada anual de juntas de accionistas es un momento importante para hacer oír nuestra voz en apoyo de la transición energética, la sostenibilidad medioambiental y la igualdad y el crecimiento inclusivo.
Este año estamos reforzando nuestro enfoque en la diversidad de género [1] y las consideraciones medioambientales (cambio climático y biodiversidad), y ejercemos nuestro derecho de voto de forma activa en las compañías en las que invertimos en nombre de nuestros clientes, con la intención de influir en el comportamiento y la estrategia de las empresas y otros emisores, para marcar la diferencia y tener un impacto.
Pensamos que es nuestra obligación utilizar el mandato que, como propietarios de activos, nos han otorgado nuestros clientes para fomentar las mejores prácticas de buen gobierno y actuar como inversores responsables. En este sentido, hemos de oponernos a las resoluciones propuestas por los equipos directivos de las empresas cuando consideramos que no están en línea con el buen gobierno o cuando no cumplen nuestras elevadas expectativas de lo que constituye una conducta empresarial responsable.
Nos atrevemos a votar en contra
El objetivo de nuestra ambiciosa política de voto es provocar un cambio real, y una de las formas de hacerlo es reforzando los requisitos de actuación en favor del clima y la diversidad.
Por ejemplo, queremos que al menos un 30% de los miembros de los consejos de administración de las empresas europeas y norteamericanas sean mujeres. Si este requisito no se cumple, votaremos contra la designación de cualquier candidato masculino.
Hay que tener en cuenta que el tamaño de la empresa, el país de constitución y la normativa nacional afectan notablemente al nivel de participación femenina en los consejos de administración. Se trata de factores clave que los inversores han de considerar a la hora de evaluar este aspecto.
En nuestra opinión, los consejos con mayor grado de diversidad celebrarán debates más relevantes y constructivos y plantearán un mayor número de cuestiones a los equipos directivos de las empresas. En última instancia, todo ello llevaría a un mayor rendimiento de la compañía. De hecho, son muchos los estudios que demuestran que aquellas empresas con buenas prácticas medioambientales, sociales y de buen gobierno (ESG, por sus siglas en inglés) obtienen buenos resultados a largo plazo [2].
A diferencia de otras gestoras, en 2021 nos abstuvimos y votamos en contra de la tercera parte de las propuestas presentadas en las juntas de accionistas (véase gráfico 1), mientras que la «tasa de oposición» del sector se situó en torno al 10%. Junto a la diversidad y la composición de los consejos, otra cuestión importante ha sido la remuneración de los ejecutivos, donde, de media, hemos votado en contra del 60% de las propuestas.
Además de participar en los procesos de votación, también entablamos relaciones de diálogo con las empresas, los gobiernos y las autoridades públicas para mejorar sus prácticas ESG.
En este ámbito observamos un número cada vez mayor de actuaciones colectivas. Un buen ejemplo es Climate Action 100+, iniciativa de la que formamos parte y que reúne a inversores que representan 60 billones de dólares en activos y que quieren utilizar su influencia para garantizar que las empresas que más gases de efecto invernadero emiten en el mundo tomen las medidas necesarias para combatir el cambio climático.
Novedades en 2022
Todos los años revisamos nuestra política en materia de voto y buen gobierno para adaptarla a las cuestiones y prácticas ESG actuales. Pensamos que 2022 constituye un punto de inflexión en términos de integración de las cuestiones ESG a través de dicha política, ya que estamos incorporando estas cuestiones a nuestras decisiones de voto en torno a los siguientes aspectos:
- Refuerzo de las expectativas relacionadas con el clima
- Expectativas relacionadas con la biodiversidad
- Empresas con baja puntuación ESG
Cuando las empresas no cumplen nuestras expectativas, votamos en contra de las resoluciones propuestas en las siguientes cuestiones:
- Elecciones del consejo de administración
- Aprobación de la gestión del consejo y la dirección
- Estados financieros
En los que se refiere al clima, votaremos en contra de las resoluciones propuestas si la empresa se encuentra entre los mayores emisores de gases de efecto invernadero del mundo y aún no ha adoptado el objetivo de cero emisiones netas para 2050. Esta expectativa se suma a nuestra exigencia de una comunicación apropiada por parte de la empresa sobre su huella de carbono y de una estrategia de adaptación al clima. Además, la compañía deberá garantizar que la presión empresarial en materia de cambio climático se ajusta a lo establecido en el Acuerdo de París.
En lo que respecta a la biodiversidad, y tal y como se refleja en nuestra hoja de ruta de biodiversidad, pedimos a las empresas que evalúen y comuniquen los principales impactos y dependencias de la naturaleza, empezando por aquellas que pertenecen a sectores de alto impacto y centrándonos en cuestiones como la deforestación o los problemas relacionados con el agua.
También vemos que cada vez hay más propuestas de las denominadas «say on climate», que defienden el derecho de los accionistas a emitir un voto sobre las cuestiones relacionadas con el clima en las juntas generales de accionistas. Las empresas presentan estas propuestas para dar a los accionistas la posibilidad de votar sobre la política climática.
A la hora de votar estas propuestas, tendremos en cuenta si la empresa ha comunicado y establecido objetivos en materia de emisiones de gases de efecto invernadero, si se ha propuesto alcanzar un nivel de cero emisiones netas para 2050, o antes, y si ha ofrecido información sobre su política climática, su estrategia, la gestión de riesgos y los indicadores utilizados.
Por último, y a través de nuestra labor de diálogo con las empresas, hemos solicitado la inclusión de los criterios ESG en la remuneración de los ejecutivos. Votaremos en contra de cualquier propuesta en la que la compañía no haya incluido criterios ESG en dicha remuneración.
En resumen, en 2022 reafirmamos nuestro compromiso de «predicar con el ejemplo», seguir construyendo nuestra impresionante trayectoria en materia de votaciones y continuar mejorando el nivel de inversión sostenible.
Aquí puedes ver el vídeo de Michael Herskovich, director global de gestión responsable
Inversor sostenible – BNP Paribas Asset Management – Michael Herskovich
Referencias
[1] BNP Paribas Asset Management ha realizado un estudio a escala mundial sobre el número de mujeres en los consejos de administración de cara a la temporada de votaciones de juntas generales de accionistas de 2022. Compara las 3.500 empresas en las que invertimos con las 17.000 empresas cotizadas que componen la base de datos de Institutional Shareholder Services (ISS). Más información en https://investors-corner.bnpparibas-am.com/investing/international-womens-day-getting-on-board-with-diversity/
[2] Véase, por ejemplo, «Diversity wins. How inclusion matters» (La diversidad gana: por qué la inclusión es importante), McKinsey & Co, mayo de 2020.
Aviso legal
